


¡Qué locura! Sentí un hormigueo. Después sentí como una especie de tirón. Era tan fuerte, que pensé que me iba a partir en trocitos en un par de segundos…
Pero entonces, de repente aparecí en medio de la nave espacial, y no estaba dividido en dos millones de partículas, sino que seguía siendo un Panda. ¡Uf! ¡Qué alivio! Aun así, me sentía un poco raro. Tenía la impresión de estar flotando. Y es que en realidad, ¡estaba flotando a ras del suelo!
Lo que pasa es que en la nave espacial hay muy poca fuerza de gravedad. Es como estar en el espacio, o en la Luna.


¡Qué guay! ¡Es como volar un poco! 

¡Sí! O como bucear bajo el agua. Solo hay un pequeño problema: ¡Que todo lo que no está clavado al suelo también flota! Tenía que tener mucho cuidado con todas las cosas. Había trapos sucios, botellas de limonada vacías, restos de comida y bolas de papel flotando por toda la nave. Parecía un poco como cuando miras debajo de mi cama.
No me extraña que no se pueda ir a la nave hasta el miércoles, allí hace falta que alguien lo limpie todo a conciencia. Miré a mi alrededor y vi a un ojo metálico gigante observándome desde un rincón de la habitación.


bueno un ojo metálico gigante y eso que..... ¿un ojo metálico gigante?

eso a mi me parece conocido pero de que aaaah ya lo tengo el catalogo de muebles.





y Max dice que el ojo le decía:
“¿Qué buscas por aquí, terrícola? ¿Qué estás mirando?”.
y bueno mejor mañana os contare mas.
QUE OS VALLA GUAY ATT: JULIETA.
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